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Blog-eko orririk garrantzisuenak
jueves, 2 de diciembre de 2010
Liburu bat
Bila eta bila ibili ondoren google-en eskola porrotari buruzko liburuxka bat topatu dut. Gaztelaniaz dago eta ez osorik, baina esaten duena interesgarria izan liteke gai hau lantzeko. Beraz, besterik gabe, hemen liburua.
Zer arazo dago IKT-kin? (Eskola porrota)
Arazoa ez da zer egin dezakegun IKTak gelan txertatzeko, aitzitik, eskolak XXI. mendeko gizarteak eskatzen dituen erronka berrietara egokitzeko eman beharko lukeen aldaketa sakona burutu ahal izateko, IKTak ikastetxearen esparru guztietara eraman gabe eman dezake?
Beste bideo bat
Hemen daukazue eskola porrotari buruzko beste bideotxo bat. Kasu honetan eta azkenean, euskaraz :)
Elkarrizketa
Eskola porrotaren gaiarekin jarraitzeko, elkarrizketa bat ondo etorriko zaigu gaian hobeto sartzeko.
Yo he vivido el fracaso escolar" Entrevista a Daniel Pennac
El escritor francés acaba de publicar en Europa Mal de escuela, un libro autobiográfico que reabrió en su país el debate acerca de la educación. Allí, el novelista evoca el sufrimiento que padeció como alumno y su experiencia como docente
Por Álex Vicente
El País
El escritor francés regresa con Mal de escuela (Mondadori y Empúries), libro autobiográfico sobre el sufrimiento que experimentan los malos alumnos, que ha sido un éxito en su país, donde ha logrado reabrir el debate sobre la escuela. Daniel Pennac ejerció durante un cuarto de siglo el oficio de profesor. Todo ese tiempo vivió en un departamento situado sobre dos patios de colegio. "Como un ferroviario que se instalara, al jubilarse, junto a un apartadero", escribe en su nuevo libro. Hace unos años, su mujer se enamoró de otra casa en el barrio vecino. "Me vi obligado a seguirla", cuenta con nostalgia e ironía. Dos rasgos de carácter que le son propios, como esos lentes circulares y una sonrisa traviesa y juvenil, pese a que ya tiene 63 años. Pennac tuvo que dejar su amado barrio de Belleville (el único en todo París que huele a comida china, cuscús y especias indias a la vez), donde había ambientado la saga literaria de los Malaussène y donde escribió aquel famoso tratado sobre la lectura que tituló Como una novela . Se instaló en una acogedora residencia a poco más de seis estaciones de subte, junto al cementerio de Père-Lachaise, en cuya terraza tuvo lugar esta conversación, en la mañana de un domingo de verano.
-Desde las primeras páginas, advierte que no ha escrito un libro sobre la escuela, sino sobre los malos alumnos. ¿Temía ser malinterpretado?
-Quería dejar muy claro que éste es un libro sobre el sufrimiento que produce el hecho de no comprender. No pretende analizar la institución escolar, sino ese tipo de dolor, que me parece bastante desconocido. Se suele creer que a los malos alumnos les da todo igual, pero la realidad es otra. El fracaso escolar se vive con un gran sufrimiento. Yo lo sé porque lo he vivido.
-¿Cómo se origina ese sufrimiento?
-Por el simple hecho de no entender la pregunta del profesor. Es algo que empieza a una edad muy temprana y que tiene efectos colaterales: el niño cree que no encaja en la escuela y desarrolla una especie de rechazo hacia la institución; la familia se preocupa y no sabe cómo ayudarlo, y el docente lo vive como un fracaso personal y profesional. Es como una bomba de fragmentación.
-Sin embargo, su tesis sobre el fracaso escolar es que no existe la fatalidad. Su libro es optimista.
-Sí, porque he logrado que alumnos sin ningún sentido de la ortografía, que hacían 350 faltas por línea y que desconocían todo tipo de estructura gramatical, salieran adelante en pocas semanas. Eso te convierte inevitablemente en un profesor optimista [risas].
-¿Cuál es su fórmula milagrosa?
-He comprobado que podemos curar las malas aptitudes si ignoramos las causas y nos concentramos en los efectos. Hay que resistir esa tentación natural que tiene todo joven profesor, que consiste en hurgar en el alumno para descubrir por qué se le da tan mal la escuela. Lo más fácil es creer que un estudiante es malo porque sus padres lo sentaron sobre los fogones de la cocina como castigo cuando era pequeño. Siempre he desconfiado de ese tipo de discursos.
-¿Tal vez porque usted mismo no tenía ningún trauma infantil que justificara sus malas notas?
-Exacto. Fui un niño relativamente amado, nacido en una familia burguesa, sin ningún problema particular y ninguna razón psicológica que explicara mi ineptitud.
-Seguro que por ese motivo ha desconfiado siempre de ese tipo de dogmas.
-A principios de los años 70, los profesores se limitaban a dar sermones a los malos alumnos; creían que se trataba de un problema moral. En la década del 80, se puso de moda justificarlo todo por razones psicológicas: los malos alumnos sufrían una inhibición y se encontraban desestabilizados por circunstancias personales. En los años 90, la tendencia fue atribuirlo todo a motivos de orden sociológico: se decía, por ejemplo, que el mal alumno surge de una clase social desfavorecida...
-¿Y cuál es su tesis?
-El problema está en la forma de enseñar ciertas materias. Muchos docentes deberían replantearse sus métodos. En mi caso, como profesor de Lengua, tenía que hacerles entender que la gramática no es un simple conjunto de reglas, sino el instrumento con el que la humanidad consigue expresar razonamientos y sentimientos. Que los adjetivos no son abstractos, sino que proceden del deseo de precisar el significado de un nombre. Que los pronombres pueden esconder grandes misterios. Si procedemos así, en poco más de una semana el alumno descubre cosas apasionantes, pero que siempre le habían enseñado de forma normativa y aburrida.
-¿Todos reaccionan con ese entusiasmo?
-No. La primera reacción siempre es: "A mí todo esto me importa un bledo". El reto es hacerles entender que la lengua es algo constitutivo, que sin la gramática no son nada. Que si no adquieren esa caja de herramientas, sus pensamientos los acabarán asfixiando en el sentido físico del término, porque no tendrán un discurso estructurado, no sabrán cómo exteriorizar sus emociones.
-¿Qué efectos ha observado en los alumnos que padecen ese problema?
-La violencia, el autismo, la esquizofrenia, el silencio absoluto y la estupidez, así como un fuerte deseo de vengarse de la institución y de los buenos alumnos.
-Siempre se había creído que eran los buenos alumnos los que salían traumatizados del colegio por las burlas de los díscolos.
-A corto plazo puede parecer así. Pero al final los buenos alumnos terminan enorgulleciéndose de su trayectoria escolar y confían en ellos mismos más fácilmente.
-"Siempre he pensado que la escuela la hacen, en primer lugar, los profesores", escribe. ¿Le parece una opinión generalmente compartida?
-Sí, el papel del maestro sigue siendo determinante y su responsabilidad, inmensa.
-¿Entonces por qué es un oficio desvalorizado?
-El principal motivo es que los niños de otras épocas no eran clientes, que es en lo que se han convertido hoy. El profesor que entraba en un aula hace cuarenta años se encontraba con treinta alumnos que no se planteaban qué estaban haciendo allí, simplemente lo aceptaban. Hoy se halla ante treinta clientes consagrados al consumo de bienes materiales: zapatillas deportivas, iPods y celulares de última tecnología.
-¿Qué consecuencias tiene este nuevo estatus?
-Los niños acaban confundiendo deseos superficiales con necesidades básicas. La publicidad se dirige a ellos desde que tienen 2 años. Si tienen la desgracia de que sus padres sean de los que se dejan estafar por esa propaganda que les asegura que si no les compran a sus hijos un juguete determinado eso significa que no los quieren, la situación puede volverse desastrosa. Yo les tengo que enseñar necesidades fundamentales, como estructurarse mentalmente, aprender a leer y a contar o estudiar las subordinadas. Los deseos del alumno son antagónicos a esta voluntad: los niños de hoy quieren consumir educación "a la carta", como quien compra productos electrónicos.
-¿No le parece que su discurso es conservador?
-Lo sé, pero no quiero ser malinterpretado. Yo no digo que el pasado fuera mejor en todos los sentidos. La familia se estructuraba en torno al silencio, la soledad mental de los niños era gigantesca y se ignoraba todo tipo de psicología. Pero el oficio de profesor era algo más fácil, ya que los alumnos eran conscientes de estar satisfaciendo necesidades básicas en la vida. El docente era respetado como una persona notable. Hoy gana unos 1500 euros al mes, cuando sus alumnos pueden conseguir más del doble con cuatro changas.
-¿Pero no cree que este nuevo estatus del alumno podría ser positivo, en el sentido de que es un sujeto con más autonomía y voluntad propia?
-El problema es que no tiene ninguna libertad. Es un sujeto prefigurado por la publicidad, que desea por desear. Sé que parezco un poco reaccionario. Pero cuando los psicólogos me dicen que un niño debe llevar zapatillas de marca o si no será excluido del grupo, yo me muero de la risa. Entonces pienso que el comercio nos ha ganado la batalla a todos.
-¿Pero cómo puede la escuela mantenerse al margen de este desenfreno consumista?
-No puede. Pero puede analizarlo. Puede mostrar los mecanismos necesarios para desactivar esta ilusión consumista. Es cierto que, como profesor, se necesita mucha energía, entusiasmo y convencimiento.
-¿Cómo eran los profesores que lo salvaron?
-Sólo tuve tres o cuatro. Uno era una especie de Buda de las matemáticas, que te hacía descubrir lo que sabías en lugar de recordarte lo que no sabías.
-¿Tres o cuatro buenos profesores en toda una vida escolar no es una proporción muy baja?
-En Francia existe cerca de un millón de profesores. ¿En nombre de qué gran injusticia podríamos pedir que todos fueran excepcionales? En todas las profesiones hay un alto porcentaje de imbéciles y de mediocres. Tres o cuatro de los sesenta que conocemos a lo largo de nuestra vida escolar es la proporción normal.
-¿Los estudiantes deben tratar al profesor de usted, como se hace en Francia? ¿Han de levantarse cuando éste entra en el aula, como pide Sarkozy?
-Son rituales de poder que no siempre van ligados a un respeto real. Si nos limitamos a conservarlos por tradición, el combate está perdido antes de empezar. Piense que algunas clases parecen un festín de feromonas, que algunos alumnos cuando vuelven de las vacaciones miden una cabeza más. Hay que ayudarlos a tranquilizarse. Con el silencio, por ejemplo. Al principio de cada clase les pedía que se callaran y que escucharan los sonidos de París durante unos minutos. Quiero creer que los ayudaba a concentrarse.
-Defiende métodos algo anticuados, como el dictado o la memorización de poemas.
[Risas] -Lo anticuado no es el dictado, sino la forma de llevarlo a cabo. Lo que propongo a los alumnos es que se construyan una biblioteca mental con grandes textos literarios, algo que conservarán toda la vida. Cuando me encuentro con ex alumnos por la calle, se siguen acordando de lo que memorizaron conmigo. Me recitan cosas, como la primera página de Cien años de soledad .
-Sorprende su defensa del internado...
-Puede ser una solución para los alumnos que se encuentren en una situación de fracaso escolar absoluto. No digo que sea un remedio universal, sino que en mi caso funcionó. Entiendo que las generaciones más jóvenes no lo crean, pero a veces puede permitir que el alumno se libere de su familia durante un tiempo y que tenga al maestro como único interlocutor.
-¿Cómo tomaron sus padres su fracaso escolar?
-Mi madre, peor que mi padre, aunque ambos sufrieron mucho. Mi madre tiene 103 años y sigue preguntándome si tengo dinero suficiente, si ya tengo departamento en París, si algún día me casaré, si lograré salir adelante... Ha fosilizado su sufrimiento por mí y vive en un tiempo verbal pluscuamperfecto. Mi padre era más irónico. Cuando me gradué, poco después de Mayo del 68, me dijo: "Para la licenciatura has necesitado una revolución, ¿debemos temer una guerra mundial para la cátedra?" Hace unos años encontré una carta que me mandó cuando me destinaron a la primera escuela. En el sobre había escrito: "Daniel Pennac, profesor". Al encontrarla, me puse a llorar. Entendí que lo había escrito con alivio, porque finalmente yo tenía un oficio.
-¿Cuál fue la peor nota que llevó a casa?
-En Francia, los maestros apuntan comentarios con cierta mala fe al lado de la calificación de cada materia. Una vez me escribieron: "No hay nada que esperar de este alumno". Me pareció excepcionalmente cruel.
Iturria:http://excellereconsultoraeducativa.ning.com/profiles/blogs/1990721:BlogPost:11781
Yo he vivido el fracaso escolar" Entrevista a Daniel Pennac
El escritor francés acaba de publicar en Europa Mal de escuela, un libro autobiográfico que reabrió en su país el debate acerca de la educación. Allí, el novelista evoca el sufrimiento que padeció como alumno y su experiencia como docente
Por Álex Vicente
El País
El escritor francés regresa con Mal de escuela (Mondadori y Empúries), libro autobiográfico sobre el sufrimiento que experimentan los malos alumnos, que ha sido un éxito en su país, donde ha logrado reabrir el debate sobre la escuela. Daniel Pennac ejerció durante un cuarto de siglo el oficio de profesor. Todo ese tiempo vivió en un departamento situado sobre dos patios de colegio. "Como un ferroviario que se instalara, al jubilarse, junto a un apartadero", escribe en su nuevo libro. Hace unos años, su mujer se enamoró de otra casa en el barrio vecino. "Me vi obligado a seguirla", cuenta con nostalgia e ironía. Dos rasgos de carácter que le son propios, como esos lentes circulares y una sonrisa traviesa y juvenil, pese a que ya tiene 63 años. Pennac tuvo que dejar su amado barrio de Belleville (el único en todo París que huele a comida china, cuscús y especias indias a la vez), donde había ambientado la saga literaria de los Malaussène y donde escribió aquel famoso tratado sobre la lectura que tituló Como una novela . Se instaló en una acogedora residencia a poco más de seis estaciones de subte, junto al cementerio de Père-Lachaise, en cuya terraza tuvo lugar esta conversación, en la mañana de un domingo de verano.
-Desde las primeras páginas, advierte que no ha escrito un libro sobre la escuela, sino sobre los malos alumnos. ¿Temía ser malinterpretado?
-Quería dejar muy claro que éste es un libro sobre el sufrimiento que produce el hecho de no comprender. No pretende analizar la institución escolar, sino ese tipo de dolor, que me parece bastante desconocido. Se suele creer que a los malos alumnos les da todo igual, pero la realidad es otra. El fracaso escolar se vive con un gran sufrimiento. Yo lo sé porque lo he vivido.
-¿Cómo se origina ese sufrimiento?
-Por el simple hecho de no entender la pregunta del profesor. Es algo que empieza a una edad muy temprana y que tiene efectos colaterales: el niño cree que no encaja en la escuela y desarrolla una especie de rechazo hacia la institución; la familia se preocupa y no sabe cómo ayudarlo, y el docente lo vive como un fracaso personal y profesional. Es como una bomba de fragmentación.
-Sin embargo, su tesis sobre el fracaso escolar es que no existe la fatalidad. Su libro es optimista.
-Sí, porque he logrado que alumnos sin ningún sentido de la ortografía, que hacían 350 faltas por línea y que desconocían todo tipo de estructura gramatical, salieran adelante en pocas semanas. Eso te convierte inevitablemente en un profesor optimista [risas].
-¿Cuál es su fórmula milagrosa?
-He comprobado que podemos curar las malas aptitudes si ignoramos las causas y nos concentramos en los efectos. Hay que resistir esa tentación natural que tiene todo joven profesor, que consiste en hurgar en el alumno para descubrir por qué se le da tan mal la escuela. Lo más fácil es creer que un estudiante es malo porque sus padres lo sentaron sobre los fogones de la cocina como castigo cuando era pequeño. Siempre he desconfiado de ese tipo de discursos.
-¿Tal vez porque usted mismo no tenía ningún trauma infantil que justificara sus malas notas?
-Exacto. Fui un niño relativamente amado, nacido en una familia burguesa, sin ningún problema particular y ninguna razón psicológica que explicara mi ineptitud.
-Seguro que por ese motivo ha desconfiado siempre de ese tipo de dogmas.
-A principios de los años 70, los profesores se limitaban a dar sermones a los malos alumnos; creían que se trataba de un problema moral. En la década del 80, se puso de moda justificarlo todo por razones psicológicas: los malos alumnos sufrían una inhibición y se encontraban desestabilizados por circunstancias personales. En los años 90, la tendencia fue atribuirlo todo a motivos de orden sociológico: se decía, por ejemplo, que el mal alumno surge de una clase social desfavorecida...
-¿Y cuál es su tesis?
-El problema está en la forma de enseñar ciertas materias. Muchos docentes deberían replantearse sus métodos. En mi caso, como profesor de Lengua, tenía que hacerles entender que la gramática no es un simple conjunto de reglas, sino el instrumento con el que la humanidad consigue expresar razonamientos y sentimientos. Que los adjetivos no son abstractos, sino que proceden del deseo de precisar el significado de un nombre. Que los pronombres pueden esconder grandes misterios. Si procedemos así, en poco más de una semana el alumno descubre cosas apasionantes, pero que siempre le habían enseñado de forma normativa y aburrida.
-¿Todos reaccionan con ese entusiasmo?
-No. La primera reacción siempre es: "A mí todo esto me importa un bledo". El reto es hacerles entender que la lengua es algo constitutivo, que sin la gramática no son nada. Que si no adquieren esa caja de herramientas, sus pensamientos los acabarán asfixiando en el sentido físico del término, porque no tendrán un discurso estructurado, no sabrán cómo exteriorizar sus emociones.
-¿Qué efectos ha observado en los alumnos que padecen ese problema?
-La violencia, el autismo, la esquizofrenia, el silencio absoluto y la estupidez, así como un fuerte deseo de vengarse de la institución y de los buenos alumnos.
-Siempre se había creído que eran los buenos alumnos los que salían traumatizados del colegio por las burlas de los díscolos.
-A corto plazo puede parecer así. Pero al final los buenos alumnos terminan enorgulleciéndose de su trayectoria escolar y confían en ellos mismos más fácilmente.
-"Siempre he pensado que la escuela la hacen, en primer lugar, los profesores", escribe. ¿Le parece una opinión generalmente compartida?
-Sí, el papel del maestro sigue siendo determinante y su responsabilidad, inmensa.
-¿Entonces por qué es un oficio desvalorizado?
-El principal motivo es que los niños de otras épocas no eran clientes, que es en lo que se han convertido hoy. El profesor que entraba en un aula hace cuarenta años se encontraba con treinta alumnos que no se planteaban qué estaban haciendo allí, simplemente lo aceptaban. Hoy se halla ante treinta clientes consagrados al consumo de bienes materiales: zapatillas deportivas, iPods y celulares de última tecnología.
-¿Qué consecuencias tiene este nuevo estatus?
-Los niños acaban confundiendo deseos superficiales con necesidades básicas. La publicidad se dirige a ellos desde que tienen 2 años. Si tienen la desgracia de que sus padres sean de los que se dejan estafar por esa propaganda que les asegura que si no les compran a sus hijos un juguete determinado eso significa que no los quieren, la situación puede volverse desastrosa. Yo les tengo que enseñar necesidades fundamentales, como estructurarse mentalmente, aprender a leer y a contar o estudiar las subordinadas. Los deseos del alumno son antagónicos a esta voluntad: los niños de hoy quieren consumir educación "a la carta", como quien compra productos electrónicos.
-¿No le parece que su discurso es conservador?
-Lo sé, pero no quiero ser malinterpretado. Yo no digo que el pasado fuera mejor en todos los sentidos. La familia se estructuraba en torno al silencio, la soledad mental de los niños era gigantesca y se ignoraba todo tipo de psicología. Pero el oficio de profesor era algo más fácil, ya que los alumnos eran conscientes de estar satisfaciendo necesidades básicas en la vida. El docente era respetado como una persona notable. Hoy gana unos 1500 euros al mes, cuando sus alumnos pueden conseguir más del doble con cuatro changas.
-¿Pero no cree que este nuevo estatus del alumno podría ser positivo, en el sentido de que es un sujeto con más autonomía y voluntad propia?
-El problema es que no tiene ninguna libertad. Es un sujeto prefigurado por la publicidad, que desea por desear. Sé que parezco un poco reaccionario. Pero cuando los psicólogos me dicen que un niño debe llevar zapatillas de marca o si no será excluido del grupo, yo me muero de la risa. Entonces pienso que el comercio nos ha ganado la batalla a todos.
-¿Pero cómo puede la escuela mantenerse al margen de este desenfreno consumista?
-No puede. Pero puede analizarlo. Puede mostrar los mecanismos necesarios para desactivar esta ilusión consumista. Es cierto que, como profesor, se necesita mucha energía, entusiasmo y convencimiento.
-¿Cómo eran los profesores que lo salvaron?
-Sólo tuve tres o cuatro. Uno era una especie de Buda de las matemáticas, que te hacía descubrir lo que sabías en lugar de recordarte lo que no sabías.
-¿Tres o cuatro buenos profesores en toda una vida escolar no es una proporción muy baja?
-En Francia existe cerca de un millón de profesores. ¿En nombre de qué gran injusticia podríamos pedir que todos fueran excepcionales? En todas las profesiones hay un alto porcentaje de imbéciles y de mediocres. Tres o cuatro de los sesenta que conocemos a lo largo de nuestra vida escolar es la proporción normal.
-¿Los estudiantes deben tratar al profesor de usted, como se hace en Francia? ¿Han de levantarse cuando éste entra en el aula, como pide Sarkozy?
-Son rituales de poder que no siempre van ligados a un respeto real. Si nos limitamos a conservarlos por tradición, el combate está perdido antes de empezar. Piense que algunas clases parecen un festín de feromonas, que algunos alumnos cuando vuelven de las vacaciones miden una cabeza más. Hay que ayudarlos a tranquilizarse. Con el silencio, por ejemplo. Al principio de cada clase les pedía que se callaran y que escucharan los sonidos de París durante unos minutos. Quiero creer que los ayudaba a concentrarse.
-Defiende métodos algo anticuados, como el dictado o la memorización de poemas.
[Risas] -Lo anticuado no es el dictado, sino la forma de llevarlo a cabo. Lo que propongo a los alumnos es que se construyan una biblioteca mental con grandes textos literarios, algo que conservarán toda la vida. Cuando me encuentro con ex alumnos por la calle, se siguen acordando de lo que memorizaron conmigo. Me recitan cosas, como la primera página de Cien años de soledad .
-Sorprende su defensa del internado...
-Puede ser una solución para los alumnos que se encuentren en una situación de fracaso escolar absoluto. No digo que sea un remedio universal, sino que en mi caso funcionó. Entiendo que las generaciones más jóvenes no lo crean, pero a veces puede permitir que el alumno se libere de su familia durante un tiempo y que tenga al maestro como único interlocutor.
-¿Cómo tomaron sus padres su fracaso escolar?
-Mi madre, peor que mi padre, aunque ambos sufrieron mucho. Mi madre tiene 103 años y sigue preguntándome si tengo dinero suficiente, si ya tengo departamento en París, si algún día me casaré, si lograré salir adelante... Ha fosilizado su sufrimiento por mí y vive en un tiempo verbal pluscuamperfecto. Mi padre era más irónico. Cuando me gradué, poco después de Mayo del 68, me dijo: "Para la licenciatura has necesitado una revolución, ¿debemos temer una guerra mundial para la cátedra?" Hace unos años encontré una carta que me mandó cuando me destinaron a la primera escuela. En el sobre había escrito: "Daniel Pennac, profesor". Al encontrarla, me puse a llorar. Entendí que lo había escrito con alivio, porque finalmente yo tenía un oficio.
-¿Cuál fue la peor nota que llevó a casa?
-En Francia, los maestros apuntan comentarios con cierta mala fe al lado de la calificación de cada materia. Una vez me escribieron: "No hay nada que esperar de este alumno". Me pareció excepcionalmente cruel.
Iturria:http://excellereconsultoraeducativa.ning.com/profiles/blogs/1990721:BlogPost:11781
Eskola porrotari buruzko beste video bat
Azkenengo egunetan saltzeatzen ibili nahiz youtuben eskola porrotari buruz, eta bideo hau aurkitu dut. Nahiz eta motza izan oso interesgarria da gizonak esaten duena eta arrazoi guztia duena.
Eskola porrota bigarren hezkuntzan II
Zenbait konponbide
Eskola porrotari aurre egin ahal izateko, programa globalak eta integratuak jarri behar dira martxan, eta plan horiek aintzat hartu behar dituzte hezkuntza, familia eta gizarte alderdiak. Neurri isolatuak edo partzialak ez dira orain arte eraginkorrak izan.Hezkuntza-administrazioaren aldetik, baliabideez hornitu behar ditu ikastetxeak, ikasleen aniztasunari (kulturak, gustuak, interesak, familia motak...) erantzuteko, eta ikasteko zailtasunak dituzten ikasleentzat talde txikiagoak, banaketa-gelak eta errefortzuak ahalbidetzeko.
Familiaren aldetik, beharrezkoa da lan-bizitza eta bizitza familiarra uztartzea, gurasoek eskola bizitzan hobeto parte hartu eta falta duten autoritatea ikastetxeen esku ez uzteko. Beharrezkoa da:
- Hezitzaileengan konfiantza izatea, haien autoritatea zaintzea eta edozein informazio garrantzitsu ematea.
- Gurasoen eta ikastetxearen artean koordinazio handiagoa izatea, aldian behingo harremanen bidez.
- Zailtasunik hauteman bezain laster neurriak hartzea.
- Seme-alabak lehen bizi-esperientzietatik motibatzea eta haien lorpenak aintzat hartzea.
Baina ikastetxeek, berez, ezin diete hezkuntza-erantzunik eman ikasleen gizarte premia guztiei. Beharrezkoa da familien, Udalaren (gizarte eta hezkuntza zerbitzuak) eta beste erakunde batzuen (Osakidetza, Aldundia...) arteko esku-hartze koordinatua, unean uneko esku-hartzeen bidez edo, hobeto, profesionalek koordinatutako ekintza baten bidez, ikastetxeei lagun diezaieten jarrera disruptiboak konpontzen.
Azken urteetan, irakasleen prestakuntzako alderdirik garrantzitsuenetako bat motibazioa da. Gaur egun, ikasi nahi ez eta jakin-minik ez duten haurrak eta nerabeak dira erronka nagusia, Marina filosofoak hau esaten du: "Ez zaudete aspertuta gauzak aspergarriak direlako, gauzak aspergarriak dira aspertuta zaudetelako".
Horretarako, ezinbestekoa da irakasleek grina berreskuratzea; hala nola, Informazio eta Komunikazio Teknologiei eta metodologia aktiboei esker ikasleen jakinmina eta interesa piztuz eta komunikazioa norabide guztietan hobetuz, aniztasunari eta, aldi berean, indibidualtasunari erantzungo dien metodologia baten bidez.
Ahaleginaren pedagogia sustatu behar da. Ikasleak ohartu behar dira, ikasteko, funtsezkoa dela estudiatzea. Denon artean, lortu behar dugu ikastetxeak hezkuntza-komunitate osoak maitatutako, ezagututako eta erabilitako lekuak izatea, irekiak eta ingurunean integratuak izatea.
Eskola porrota bigarren hezkuntzan I
Eskola porrota bigarren hezkuntzan
Benjamin Atutxa Eibarko Berritzeguneko zuzendariaEskola porrotak hezkuntza mailako helburuak lortu ez dituen ikasle kopurua adierazten du. Eskola komunitatearen kezkarik handiena izan da eta bada, oraindik ere, eskola porrota jasaten duten ikasleek zailtasun gehiago izango dituztelako gizarte sustapenerako. Espainiako estatuko Derrigorrezko Bigarren Hezkuntzako ikastetxeetan, eskola porrota % 26koa da, ELGAko (Ekonomia Lankidetza eta Garapenerako Antolakundea) herrialdeetako batez bestekoa (%20) baino zertxobait handiagoa; hain zuzen, %20koa da Bergarako Derrigorrezko Bigarren Hezkuntzako ikastetxeetako eskola porrota. Horrez gain, aintzat hartzen badugu Batxilergoa egiten hasten diren ikasleen %10ek gutxienez ez duela amaitzen, gazteen % 30ek ez duela Batxiler titulua ondoriozta dezakegu, alegia, unibertsitatean edo Lanbide Heziketako goi mailako zikloetan hasteko aukera ematen duen titulua falta dutela.
Bestalde, ELGAk sustatzen duen PISA proiektuak -herrialde garatuetan ospe handikoak- ezagutza, trebetasun eta gaitasunen profila ematen duen oinarrizko adierazle multzoa lortzea du helburu. Orain arte, honako gaitasun hauek neurtu dira: irakurtzeko gaitasuna (2000), matematika gaitasuna (2003) eta zientzia gaitasuna (2006). Horrez gain, ondorioztatu denez, "15 urteko ikasleen % 26k ez daki eguneroko gaiei lotutako oinarrizko problemak ebazten", besteak beste. Aurrekari familiarrek eta faktore sozioekonomikoek dute eraginik handiena ikasleen errendimenduan. Mutilen eta nesken arteko aldeei dagokienez, egindako ikerketek agerian jartzen dute nesken eskola porrota mutilena baino txikiagoa dela, ikasten denbora gehiago ematen dutelako eta diziplinatuagoak direlako.
Eskola porrotaren kausak
Azken belaunaldietan, hainbat gizarte aldaketa jazo dira, eta garai batean gizarteko oinarriak ziren erakundeak ez dira orain hain garrantzitsuak. Gaur egun, gauza gehiegi eskatzen zaizkio eskolari, eta irakasleek ezin diete gizarte-eskaera guztiei erantzun, gainezka daudelako. Eskola porrota zenbait faktorek zehaztutako arazoa da. Hona hemen:- Eskola-testuingurua.
- Familia. Ukaezina da emaitza onak eta gizarte-jatorria -hau da, familiak gai soziokulturalarekiko duen interesa- hertsiki lotuta daudela.
- Hezkuntza sistemaren funtzionamendua.
- Administrazioaren jarrera, baliabideei eta arazoak dituzten ikasleak herriko ikastetxe guztien artean banatzeari dagokienez.
- Irakasle bakoitzaren lana.
- Ikaslearen beraren jarrera. Alvaro Marchesiren iritziz, eskola porrota ikaslearen erantzukizuna da, alde batetik, ikastetxearen eta irakasleen erantzukizuna, bestetik. Alabaina, erantzukizunik handiena ikaslearen inguruko gizarte eta kultura baldintzena eta hezkuntza sistemaren funtzionamenduarena da.
Eskola porrota gainditzeko
Eskola-porrotaren zifrak urtetik urtera beldurgarriagoak dira geure artean. Duela gutxi kaleratutako inkesta batek dioenez, Derrigorrezko Bigarren Hezkuntzako (DBHko) laugarren urtea gainditzea lortzen ez duten ikasleak % 31,9 dira, zifra benetan altua. Zer egin dezakegu gisa horretako egoera baten aurrean? Eta, hobeto oraindik, ba ote da horrelako egoerak ez gertatzeko gurasook egin dezakegun zerbait?
Arrazoiak bilatu
Egoera horren aurrean egin beharreko lehenengo gauza gure semearen edo alabaren errendimenduari eragin diezaioketen kausa edo arrazoi posibleak detektatzea da.
Familiako giroa
Familian bizi duten giroa izaten da gazteen ikasketetan gehien eragiten duen faktoreetako bat. Gurasoen jarrera gogor edo zorrotzegia, anai-arreba txikiagoren batek eragindako zeloak, maitasun falta, norbere gaitasun eta ahalmenekiko konfiantzarik eza, etab. izan daitezke eskolako porrotaren arrazoiak.
Kasurik gehienetan, faktore horiek benetan gertatu ez arren ere, umeak horietan sinesten badu, eragina egiazkoa izango da. Horregatik, kasu hauetan onena gure seme-alabekin hitz egitea da, egia osoa mahai gainean jartzea, inolako mehatxu eta zigorrik gabe, beretzat hain kaltegarria den egoera hori konpontzen saiatzeko. Beste kasu batzuetan, ordea, psikologo edo hezitzaile espezializatuen laguntza eskatzea beharrezkoa da.
Motibazio falta
Gure seme-alabek nota txarrak ateratzeak ez du esan nahi ezinbestean ikasteko gaitasunik ez dutenik. Adibide batzuk emateko, Einstein adimen urrikotzat jo zuten eskolan, eta Goethe idazle handiak ez omen zuen ortografian gutxieneko maila gainditzen. Gaztea desmotibatua dagoenean, oso gauza normala da ikasketetan ere mailarik ez ematea.
Egoera horren aurrean, benetan interesatzen zaion gai bat lantzera animatu behar genuke, nahiz eta eskolako gaien artean egon ez. Ez dio axola, hasiera batean, mitologia greziarra den edota gehien gustatzen zaizkion musika-taldeak diren. Kontua gaztearen interesa piztea da, eta metodologia akademikoa erabiltzen ikastea. Horrela, hain erakargarriak gertatzen ez zaizkion gaiak ikasten hastea errazagoa gertatuko zaio. Tutorearen edo irakaslearen laguntza eska dezakegu, dena den.
Arazo fisiko edo psikologikoak
Ez dira sarritan gertatzen, baina ezin dira aldez aurretik baztertu; izan ere, batzuetan eskolako errendimendu baxua (porrotera iritsi gabe ere) arrazoi fisiologikoengatik izan daiteke: entzumen- edo ikusmen-arazoak, hizketaren ingurukoak, dislexia eta abar. Normalean adinez gazteagoak diren umeei erasaten dieten faktoreak izan ohi dira, eta diagnostikatu ondoren, lan bereziarekin edota laguntza-geletan gainditzen dira.
Ikasturtea errepikatu behar denean
Hala ere, zenbait kasutan, eskolako porrota oso nabarmena denean, umeak edo gazteak ikasturtea errepikatzeko aukera planteatu beharko da. Ikastetxeak berak edo tutoreak esango digute erabaki hori hartu behar den ala ez.
Ez da zigorra, ezta porrota ere
Ikasturte bat errepikatzea ez litzateke, ezinbestean, zigor edota porrot moduan hartu behar, maila berregokitzeko saio moduan baizik. Ikasleak nola edo hala, kosta ahala kosta, maila gainditzen saiatzea, horretarako mailarik ematen ez duela argi eta garbi ikusten denean, akats handia da. Egoera luzatu eta arazoa okerragotu besterik ez dugu egingo. Erabaki egokia hartzen ez bada, porrota gero eta nabarmenagoa izango da.
Segurtasun handiagoa
Urte bat errepikatzea ez da esperientzia traumatikotzat hartu behar. Umeak bere ikasketetan segurtasuna hartu eta eskolako porrota gainditzen duen heinean, errazago ulertu eta ikusiko du hartutako erabakia, errepikatzea alegia, onerako izan dela.
Ikasteko teknikak (ikasten ere ‘ikasi egiten da’)
“Saiatzen naiz, baina ez zait sartzen”, “ez dut ulertzen irakasleak esplikatzen duena” “aurreko egunean ikasi nuenaz ez naiz gogoratzen”. Ziur behin baino gehiagotan entzun ditugula esaldi horiek edo antzeko beste batzuk gure seme-alaben ahotik. Eta ez dira aitzakia hutsak.
Sarritan, eskolako porrota kontzeptuak modu egokian ez asimilatzearen ondorioa izan daiteke, ikasten ere ‘ikasi egiten da eta’. Jende guztiak ez daki kontzeptuak modu egokian memorizatzen, ideia nagusiak eta bigarren mailakoak bereizten, gaiak laburtu eta antolatzen eta abar. Badira lan horiek guztiak egiteko berezko trebetasuna duten ikasleak, baina beste batzuek, ordea, eta horrelakoak dira gehienak, laguntza beharko dute ataza horiek egiteko. Horrexegatik, ikastetxe batzuetan jadanik hasi dira ikasleei trebakuntza hori ematen. Zure kasuan horrela ez bada, lasai, zure semearen edo alabaren tutoreak edo irakasleak lagundu ahalko dizulako.
Arrazoiak bilatu
Egoera horren aurrean egin beharreko lehenengo gauza gure semearen edo alabaren errendimenduari eragin diezaioketen kausa edo arrazoi posibleak detektatzea da.
Familiako giroa
Familian bizi duten giroa izaten da gazteen ikasketetan gehien eragiten duen faktoreetako bat. Gurasoen jarrera gogor edo zorrotzegia, anai-arreba txikiagoren batek eragindako zeloak, maitasun falta, norbere gaitasun eta ahalmenekiko konfiantzarik eza, etab. izan daitezke eskolako porrotaren arrazoiak.
Kasurik gehienetan, faktore horiek benetan gertatu ez arren ere, umeak horietan sinesten badu, eragina egiazkoa izango da. Horregatik, kasu hauetan onena gure seme-alabekin hitz egitea da, egia osoa mahai gainean jartzea, inolako mehatxu eta zigorrik gabe, beretzat hain kaltegarria den egoera hori konpontzen saiatzeko. Beste kasu batzuetan, ordea, psikologo edo hezitzaile espezializatuen laguntza eskatzea beharrezkoa da.
Motibazio falta
Gure seme-alabek nota txarrak ateratzeak ez du esan nahi ezinbestean ikasteko gaitasunik ez dutenik. Adibide batzuk emateko, Einstein adimen urrikotzat jo zuten eskolan, eta Goethe idazle handiak ez omen zuen ortografian gutxieneko maila gainditzen. Gaztea desmotibatua dagoenean, oso gauza normala da ikasketetan ere mailarik ez ematea.
Egoera horren aurrean, benetan interesatzen zaion gai bat lantzera animatu behar genuke, nahiz eta eskolako gaien artean egon ez. Ez dio axola, hasiera batean, mitologia greziarra den edota gehien gustatzen zaizkion musika-taldeak diren. Kontua gaztearen interesa piztea da, eta metodologia akademikoa erabiltzen ikastea. Horrela, hain erakargarriak gertatzen ez zaizkion gaiak ikasten hastea errazagoa gertatuko zaio. Tutorearen edo irakaslearen laguntza eska dezakegu, dena den.
Arazo fisiko edo psikologikoak
Ez dira sarritan gertatzen, baina ezin dira aldez aurretik baztertu; izan ere, batzuetan eskolako errendimendu baxua (porrotera iritsi gabe ere) arrazoi fisiologikoengatik izan daiteke: entzumen- edo ikusmen-arazoak, hizketaren ingurukoak, dislexia eta abar. Normalean adinez gazteagoak diren umeei erasaten dieten faktoreak izan ohi dira, eta diagnostikatu ondoren, lan bereziarekin edota laguntza-geletan gainditzen dira.
Ikasturtea errepikatu behar denean
Hala ere, zenbait kasutan, eskolako porrota oso nabarmena denean, umeak edo gazteak ikasturtea errepikatzeko aukera planteatu beharko da. Ikastetxeak berak edo tutoreak esango digute erabaki hori hartu behar den ala ez.
Ez da zigorra, ezta porrota ere
Ikasturte bat errepikatzea ez litzateke, ezinbestean, zigor edota porrot moduan hartu behar, maila berregokitzeko saio moduan baizik. Ikasleak nola edo hala, kosta ahala kosta, maila gainditzen saiatzea, horretarako mailarik ematen ez duela argi eta garbi ikusten denean, akats handia da. Egoera luzatu eta arazoa okerragotu besterik ez dugu egingo. Erabaki egokia hartzen ez bada, porrota gero eta nabarmenagoa izango da.
Segurtasun handiagoa
Ume baten lehenengo urteak erabakigarriak dira garapen intelektualerako. |
Urte bat errepikatzea ez da esperientzia traumatikotzat hartu behar. Umeak bere ikasketetan segurtasuna hartu eta eskolako porrota gainditzen duen heinean, errazago ulertu eta ikusiko du hartutako erabakia, errepikatzea alegia, onerako izan dela.
Ikasteko teknikak (ikasten ere ‘ikasi egiten da’)
“Saiatzen naiz, baina ez zait sartzen”, “ez dut ulertzen irakasleak esplikatzen duena” “aurreko egunean ikasi nuenaz ez naiz gogoratzen”. Ziur behin baino gehiagotan entzun ditugula esaldi horiek edo antzeko beste batzuk gure seme-alaben ahotik. Eta ez dira aitzakia hutsak.
Sarritan, eskolako porrota kontzeptuak modu egokian ez asimilatzearen ondorioa izan daiteke, ikasten ere ‘ikasi egiten da eta’. Jende guztiak ez daki kontzeptuak modu egokian memorizatzen, ideia nagusiak eta bigarren mailakoak bereizten, gaiak laburtu eta antolatzen eta abar. Badira lan horiek guztiak egiteko berezko trebetasuna duten ikasleak, baina beste batzuek, ordea, eta horrelakoak dira gehienak, laguntza beharko dute ataza horiek egiteko. Horrexegatik, ikastetxe batzuetan jadanik hasi dira ikasleei trebakuntza hori ematen. Zure kasuan horrela ez bada, lasai, zure semearen edo alabaren tutoreak edo irakasleak lagundu ahalko dizulako.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Gizarte Hezitzailea Informazioaren Gizartean
Hitz egin behar dugun gaia, informazio eta komunikazioaren teknologia da.
Hezkuntzaren munduan, hezitzaile eta pedagogo asko dira, gaur egungo eredu hezitzailearen
egokitzapena kuestionatzen zituztenak eta hezitzeko forma berriak seinalatzen dituztena eta
honek, informazioaren gizartera deialdia egiten du.
Eskola ez da ikasteko modu bakarra, gainera informazioaren iturri primarioa izateari utzi dio
gaur egun. Honek behartzen du metodo berriak hartzera alfabetizaziorako.
Gizarte Hezkuntzako profesionalek, lan bikoitza daukate. Alde batetik, beraien ezaguntza
handitu IKT-n eta beste aldetik, behar duten kolektiboetan IKT-ak zabaldu.
Gizarte Hezitzaileek, beraien aurrean, IKT produzitzen duten arriskuak dituzte eta hauek,
hezkuntzarako sarrera ahalbidetu, ikasketa eskolarra, parte-hartzea bultzatu, informaziorako
sarrera ahalbidetu, jakintzarako bidea zabaldu, lan kooperatiboak bultzatu, identitate kulturala
zabaldu...behar dute.
Hau guztiarekin esan nahi da, informazioaren gizartea handitzen doala eta gure bizitza honen
inguruan joango dela etorkizun batean.
jueves, 7 de octubre de 2010
Zer da eskola porrota?
Arazoa gainditzeko aurreneko urratsa jatorria ezagutzea da
Guraso eta hezitzaileen lan komuna oinarrizkoa da hazten ari den errealitate kezkagarri honi aurre egiteko
Eskola porrota gaur egun hezkuntza sistemak bizi duen arazo larrienetako bat da. Porrotaren ondorioen garrantzia eskolaren esparrutik at hedatu da eta herrialde garatu guztietan dago maila batean edo bestean zabalduta, hori dela eta, hezitzaile eta gurasoen erakunde eta elkarteek interes handia agertu dute gaiarekiko haren eraginak arintze aldera. Datuek erakusten dute zenbaterainokoa den arazo honen hedadura. Horrenbestez, 25 urtez beherakoen langabeen %72ko portzentajeak lotura estua du ikasketak utzi izanarekin eta eskola porrotarekin. Kalitate eta Ebaluazio Institutu Nazionalaren datuen arabera (INCE), Espainiako ikasle nerabeen herena, DBH-ko ikasleak, alegia, kalifikazio negatiboak ditu. Irakaskuntza ertainean ikasleen %32 ikasturtea errepikatzen du, %35 ez du 2. DBH ongi amaitzen, %48 ez du batxilergoa gainditzen, unibertsitatean ikasketak uzten dituztenen portzentajea, berriz, %50ekoa da.
Espainian lau haurretatik batek porrot egiten du ikasketetan, horrek dakartzan arazoak kontuan hartuz, baita psikikoak ere. Matematika, hizkuntza eta ingelesa dira eskola porrot portzentajerik altuena eragiten duten gaiak. Europako batez besteko datuak kontuan hartuz (%20), Espainiako porrot indizea %29koa da gutxi gorabehera, Portugal soilik dago Espainiako estatuaren aurretik, %45ekin gutxi gorabehera. Estatistika ofizialek adierazten dute eskola porrotik handiena duen komunitatea Kanariar Uharteak dela %35,8ko portzentajerik; Asturiasek du portzentajerik baxuena %14,4koarekin eta Nafarroak jarraitzen dio %17,3koarekin. Euskal Autonomi Erkideagoko portzentajea %17,5ekoa da.
Datu hauei eskola mailan ematen den absentismo eta uzte maila altua gehitzen badiegu, konturatuko gara eskola porrota handia dela gure artean eta ekintza globalak eskatzen dituela, porrota ez dela ikasle "nagi" edo "ergelen" gauza. Hezkuntza sistemaren eskakizunak zuzen gainditzeko arazoak dituzten ikasleak egotea ezin zaio norbanakoari dagozkion arrazoiei soilik egotzi, heziketa arrazoiak, sozialak eta kulturalak ere badaude.
Jarraian profesional eta ama baten iritzia topa dezakegu gai honi buruz: http://www.argia.com/argia-astekaria/2199/eskola-porrota/osoa
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Hemen, argi eta garbi argitzen da eskola porrotaren zergatiak eta bere ezaugarri nagusiak.
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